José Manuel Díaz García

Cuando salgo de Carballo, siempre presumo de lo que tenemos aquí

Para José Manuel Díaz García, la mayor parte del día transcurre entre las cuatro paredes de su consulta, rodeado de equipos médicos de última generación que conviven perfectamente con las miles de historias que ha escrito a mano desde que empezó a ejercer en Carballo, en 1982. En cierto modo tomó el relevo de otro profesional que se jubiló poco después de su llegada. Y ya no paró. «En aquel momento no había ningún ginecólogo en la zona, solo los del Juan Canalejo, y venía a la consulta gente de todos los lados. La presión era tremenda. Pero era más joven y no me importaba. Ahora no lo soportaría», asegura.

Su caso es único, porque dejó su trabajo en la Seguridad Social para dedicarse en exclusiva a la medicina privada. «En toda la provincia de A Coruña, salvo alguna gente que hace equipos de medicina privada, con seguros privados, no conozco a nadie de medicina privada pura y dura; soy el único que se dedica a esto. Echo de menos algunas cosas de la medicina pública, pero como me gusta esto y tengo un campo de acción muy grande, también es verdad, aquí estoy. Este es mi rincón: mi consulta. Y también mi casa».

Por su consulta han pasado miles de mujeres de toda la Costa da Morte. No en vano durante mucho tiempo fue el único ginecólogo en toda la comarca

José Manuel Díaz García nació en 1952 en la parroquia de Bértoa. Tiene una hermana mayor, «a la que quiero mucho», y un gemelo con el que, a pesar de que cada vez que retorna a Carballo le trae alguna complicación por su extraordinario parecido, mantiene una relación muy especial. «Quizás no todas las cosas que se dicen de los gemelos sean ciertas, pero mi hermano y yo tenemos muy buena sintonía», señala.

Cuando eran niños y les preguntaban que querían ser de mayores, José Manuel siempre contestaba: «médico», a pesar de que no tiene ningún antecedente familiar. Y tampoco relevo. «Por desgracia -dice-, mis hijas tampoco hicieron medicina». Pero a él le gustaban la química, la biología... y sentía cierta atracción, más que vocación, por la medicina. «Pero después sí que tuve claro lo de ginecología. Es una especialidad que tiene las dos vertientes: la parte médica y la parte quirúrgica. A mí me gustaba muchísimo la cirugía, y esto abarcaba dos aspectos totalmente diferentes. Y otra cosa que me gustaba eran los partos. La primera vez que asistí a un parto, quizás porque ya estaba predispuesto, fue, de todas las cosas que fui viendo en todos los servicios como médico interno, lo que más me gustó. Me encanta».

Durante su etapa en la Seguridad Social asistió a muchísimos nacimientos, pero en la medicina privada, señala, «la obstetricia es una parte limitada. Yo siempre procuré atender de principio a fin, no dejaba a la matrona, yo atendía el parto desde que empezaba hasta que terminaba, y eso son muchísimas horas. Por eso en la medicina privada no son muchos, aunque ahora veo a mozos por ahí que vi nacer».

En su archivo hay pacientes de toda la Costa da Morte, pero también de Arteixo, «muchísimas», Cambre, Ordes, Cerceda... «Yo no podría atender el número de historias que tengo, sería imposible -afirma-, pero tengo un número de pacientes fijas ya importante, y con el tiempo llegas a tener muy buena relación con la gente. Llega un momento en que se establece una relación de afecto. No sé con otros profesionales, pero lo de 'mi ginecólogo' es cierto».

Desde que se instaló en Carballo, además de acumular miles de experiencias y de convertirse en el ginecólogo de muchas mujeres, José Manuel Díaz ha vivido de primera mano una auténtica revolución sanitaria. «Al principio le dedicaba menos tiempo a cada paciente, porque hacía menos cosas, pero ahora se pueden hacer muchísimas más», señala. En su consulta conviven el primer ecógrafo que tuvo, convertido casi en pieza de museo, con dos modernos, entre ellos uno de 4D de última generación. «La ecografía -explica- es una exploración extraordinaria, porque es ver el conjunto de un ser, lo ves todo. Después de que naces, para verte el hígado tienen que usar un sistema, para la cabeza otro... pero con la ecografía lo ves todo, es un método de exploración excepcional. Y ahora, con la 4D, mucho más».

Aunque durante años estuvo «dedicado totalmente a la consulta», a punto de cumplir los 58 también le gusta prestar atención a su afición por el deporte, y no se pierde el paseo casi diario a orillas del río Anllóns para visitar a sus padres, José y Aurora, en Bértoa. El sendero fluvial es uno de los elementos de la localidad de los que disfruta y que promociona. «Cuando salgo de Carballo siempre presumo de lo que tenemos aquí: los institutos, el festival de teatro, que no lo hay ni en A Coruña; el nivel cultural es bastante superior al de otros lugares, y hasta el nivel de la construcción ahora es bastante diferente», dice. Para José Manuel Díaz, quizás el hándicap de la capital de Bergantiños sea su proximidad a A Coruña, «y entonces la gente se va. Si estuviésemos mucho más lejos se haría más vida aquí».

Desde su punto de vista, Carballo ha mejorado «en todos los aspectos», incluido el sanitario. «Cuando yo abrí la consulta no había nada, y ahora tenemos un centro médico que funciona con todas las especialidades; se puede mejorar, pero no está mal».


Entrevista:

Cristina Abelleira

www.lavozdegalicia.es

Fotografía:

José Manuel Casal

Publicada el 17/07/2010